Así es como le decimos al ómnibus (micro o colectivo para los de Buenos Aires) los que somos de Córdoba Capital. Hoy se me ocurrió intentar ir al trabajo utilizando este medio de transporte. Esto se debe a que me niego a ser trasehunte de los túneles subterráneos del metro durante 40 o 50 minutos por trayecto al trabajo, con los días preciosos que hacen sobre la tierra.
El resultado fue bueno, aunque por momentos desesperante. El ómnibus requiere una mayor pasividad por parte del pasajero, ya que hay que estarse quieto para esperarlo y estarse quieto dentro del mismo. Lo cual puede ser muy aburrido, pero cuando hace tanto calor como hoy, no me molestó demasiado. Aunque en otro momento sería sí un ejercicio para mi paciencia.
El tema que me parece muy importante, por eso de que considero que los espacios por los que pasamos o que habitamos nos configuran, es el diseño interior de los mismos. Me encantaría hablar con alguien que los diseñe, porque en todos lados, en todas las ciudades en las que he estado, se producen cuellos de botella y no hay un tráfico fluido hasta el final, es decir, no se aprovecha toda la capacidad instalada del bus.
Hasta Julio Cortázar les dedicó un cuento. Qué bueno, buscando info sobre el bus encontré en una wiki que ómnibus es el carruaje, mientras que autobus es la actual versión, no de tracción a sangre, sino motorizado!
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