Lo llaman el primer transporte público del mundo porque intenta suplir las necesidades de las personas que diariamente utilizan el bus, el metro o el tren (hasta la bicicleta), pero que realmente de vez en cuando hace falta tener disponibilidad de un choche. Es una iniciativa también que ayudaría a que haya menos coches individuales por los problemas de tráfico y estacionamiento que están teniendo muchas ciudades del mundo y tener menos emisiones.
Por lo pronto mi novio se hizo socio (yo todavía no tengo licencia de conducir aquí) y anoche a la vuelta de una cena con amigos decidimos probarlo. Abrimos la aplicación del smartphone y comprobamos que a cuatro cuadras había dos disponibles. Lo encontramos y acercamos la tarjeta a un dispositivo electrónico que hay sobre el tablero y pegado al cristal delantero (parabrisas). El auto se abrió solo y entramos. Nunca habíamos conducido un Smart, por lo que nos llevó un par de minutos descubrir un par de cosillas.
Lo más impresionante fue descubrir que la llave se encuentra en un hueco destinado para tal fin... sobre el tablero!!! Inmediatamente pensé que en cualquiera de los lugares en los que he vivido seguramente no funcionaría, ya que alguien rompería el cristal y se llevaría el coche nomás... a no ser que los dispositivos de rastreo electrónicos sean tan sofisticados que no sea fácil desactivarlos claro. ¡Fotos por aquí!
Pones la llave en su sitio y arrancas nomás el auto, que de hecho no se enciende ni se mueve si no tienes las luces prendidas y el cinturón de seguridad puesto en los dos asientos. Era un coche automático, por lo que no hizo falta más que cambiar la marcha de Neutro a 1, apretar el acelerador y volver a casa guiados por el navegador, donde encontramos aparcamiento fácilmente también. Lo único que no pudimos hacer y nos avergonzó bastante, deberemos preguntar si era una falla nuestra o del coche, es retroceder. Pusimos la palanca de cambios en R (supuestamente retroceso/reversa o como uno quiera llamarle) pero no hubo manera. Actualización posterior: En la siguiente vez que utilizamos un Smart encontramos un manualcito de instrucciones de cómo conducirlo y había que apretar un botón en la palanca para que entrara la reversa. ;-)
La experiencia fue realmente grata, rápida y fácil, por lo que estoy segura de en otras oportunidades seguiremos utilizando el servicio! Lo interesante es que el car sharing se está convirtiendo en una estrategia donde las empresas de transporte público y los ayuntamientos/municipalidades de las ciudades colaboran para mejorar el tránsito, para que cada persona no necesite tener su coche, ya que la mayoría de las veces no se utilizan más que unos pocos trayectos al día, al mes o al año en algunos casos. Para quien entienda alemán, puede ver este video!
La pregunta que me queda... ¿Será verdad lo de la pantallita del navegador del auto que te indica cuán "ECO" has manejado? Para la próxima, más información...
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