Hace mucho que no escribo. Me dediqué a estudiar. Por una parte es muy aburrido porque no se habla de otra cosa que de negocios, situación que a los que somos eclécticos y amantes de lo variopinto, nos cansa un poco. ¡Ni siquiera puedo sentarme los domingos a leer el periódico tranqulamente en una terraza al sol! Aunque, por otra parte, lo que estoy aprendiendo es increible, casi todo lo que estaba buscando aprender en el MBA.
But: I´m back!!! Como estamos en el cuarto periodo, de electivos, ahora tenemos menor carga horaria de clase y mayor carga horario de trabajo personal. Además, hay conferencias muy interesantes. HOy hubo una conferencia en el Instituto de Empresa, donde estoy haciendo el MBA.
Era una entrevista a Johnathan Zittrain por parte de Martín Varsavsky, quien dijo una cosa (al hablar sobre el futuro de internet y la privacidad) que me llamó poderosamente la atención: “A life of protection might not be worth living”. Estoy sumamente de acuerdo y esperando que haga un post en su blog para escribir al respecto.
Es más, desde hace un tiempo vengo pensando acerca de un indicador del desarrollo de las sociedades. No es el GDP ni el Gini, ni nada de eso. Se trata justamente del nivel de protección con el que viven las personas. Y no es cualquier nivel de protección, sino el relacionado con los espacios. Creo que los espacios que habitamos configuran nuestra manera de ser tanto como la educación recibida formalmente, la familia, etc.
En Argentina, y supongo que Latinoamérica en general, es necesario esconder todo, lo que uno es y lo que uno tiene. La intimidad es resguardada con una energía impresionante, así como los bienes que uno posee. Esto, debo aclarar, me resulta insoportable. Vivir en una casa con paredes altas alrededor del jardín, rejas, perros guardianes, etc.
Cuando eso no es suficiente, se contrata un guardia para la manzana completa, que vigila como un policía privado y se queda dando vueltas en su coche desde las primeras horas de la tarde hasta altas horas de la madrugada. Esto es realmente patético porque los ladrones siguen robando casas igual, y encima tienes a una persona que sabe exactamente lo que haces día y noche.
El siguiente paso para resguardarse es mudarse a una urbanización, o como le dicen en Arg., a un country. Te construyes una casa más bonita y más grande en un lugar que parece sacado de la película Truman Show (con Jim Carrey), construido con un "paraíso" aislado del crimen y la inseguridad. Pero nuevamente, los ladrones, choros o chorizos le encuentran la vuelta a la cuestión y se complotan con los de la compañía de seguridad, que en teoría vigilan, para robar en estos lugares. También se han cometido crímenes.
Entonces, vale la pena realmente aislarse cada vez más de la realidad y crear una realidad paralela en la que hay que protegerse de todo y de todos? Personalmente me encanta la casa que tienen mis padres y su jardín enorme con piscina y demás.
Pero he comenzado a observar una realidad en los países que he visitado últimamente. Hay algo que me sorprendió en su momento. En los países que considero verdaderamente desarrollados la intimidad no se resguarda con tanta celosía. Por el contrario, la vida transcurre ante los ojos de todos, normalmente.
Me pasó caminando por las calles de Amsterdam el año pasado, que observé una gran cantidad de casas con las cortinas casi transparentes o directamente abiertas a pie de calle. Se veía el living de gente común y normal, lugar de la casa en la que transcurre gran parte de la vida de las personas.
No les hace falta esconder quiénes son, ni qué hacen, ni lo que tienen. Son así, son como son, y está a la vista de todo el mundo. No tienen miedo a que les pase algo, ni a que les roben, ni a que digan cosas sobre ellos, en definitiva: no tienen miedo a que los juzguen o les roben. Eso me pareció maravilloso. Lo mismo observé el mes pasado en Londres. Cortinas abiertas del living, gente cenando a la luz tenue de las velas. Fantástico.
Algo parecido ocurre en el espacio virtual. Me encanta que Varsavsky siempre cuenta lo que se le pasa por la cabeza sin importarle absolutamente nada de quién diga lo que diga. No le importa abrir su casa, poner vídeo de su hijo recién nacido, ni contar diferentes cuestiones. Cuando llegué por primera vez a su blog también me sorprendí. Los niveles de información personal-profesional se cruzaban, se teñían mutuamente.
Amo la comunicación, por lo que observar fenómenos de este tipo me parece fascinante. La manera en que él recibía feedback cualificado sobre qué hacer o cómo hacer algunas cosas de Fon, su empresa de un año de edad, era espectacular. Me preguntaba si no se metería en líos por decir tantas cosas y disparar contra tantos frentes. Si lo que escribía en su blog no contaminaría de alguna manera a Fon. Veo que no, que potencia la fuerza de Fon, pero supongo que habrá algún límite que no debería cruzar porque ya sus lectores/seguidores no se lo permitirían, o si.
En fin, eran sólo pensamientos para compartir, me fui un poco por las ramas. Muy buen la conferencia! Es super interesante poder escuchar a doers, no solo a thinkers. Both of them are definitely doers! About Johnathan Zittrain.
1 comment:
Totalmente de acuerdo en aquello de la energía que gastamos para que nuestra vida no se vea. Lamentablemente es así. SLDS. Estoy leyendo a Zittrain.
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