Mordiscos de realidad personal y profesional. Bites of my personal and professional life.
Sunday, November 22, 2009
Teatro 2.0 y libro
Después de una semana ajetreada, me dediqué a disfrutar el viernes. Terminé mi trabajo en la tardecita y partí al teatro a un "Nuevo catch de impro" en el Teatro Alfil, performance por parte de ImproMadrid. Recuerdo haberlos visto algo parecido hace un par de años en el Círculo de Bellas Artes, un match entre un grupo de Madrid y otros grupos de Latinoamérica o Perú. También hace alrededor de un año fui con una pareja amiga al mismo Teatro Alfil y tenía algo que ver, pero ahora se notaba cómo habían crecido esta compañía en cuantro a las dinámicas del match, los distintos rounds, la verdadera sensación de encontrarnos en un ring, y sobre todo, la interacción con el público.
Al comenzar una belga se encargaba de que escribiéramos títulos (frase o palabra) en unos cartos que luego iban a pasar a una hielera. Todo el público tenía la posiblidad de participar ya que la hielera fue dada vuelta sobre el escenario y todos los papeles cayeron sobre el tablado de donde los iban rescatando a cada rato para utilizarlos. El árbitro del match era el público y el presentador introducía dificultades a los jugadores preguntando al público sobre objetos que deberían utilizar los actores en sus improvisaciones (cortauñas, escobilla, etc.) y sitios donde tendrían lugar (un barco, un museo, entre otros). El público participaba en todo momento de los 7 rounds y votaba a alguno de los dos grupos: "boy scouts" y "lo peor de la oficina". Pura vida. Después cenamos en grupo en Lamucca, un restaurante muy interesante cuyo lema es "come, bebe y llévate los muebles". Aquí va la reseña de 11870.com.
Por otra parte, dediqué el sábado al enésimo libro del año: El club de los viernes de Kate Jacobs, un libro sobre un grupo de mujeres tejedoras y sus maneras de tejer la vida. Enternecedor, me hizo acordar de las sesiones de tejido con mi abuela y mis tías abuelas, preguntándome si todavía me saldría el punto Santa Clara o el punto arroz, aunque creo que este último nunca me salió. Voy a aprovechar estas Navidades que voy para casa de nuevo para agarrar un par de agujas y probarlo.
Al final del libro aparecía una página web y me metí a verla. Tras darme cuenta de que no existía verdaderamente la tienda sobre la que se habla en el libro, me dí cuenta de que lo que sí hay es todo un movimiento de gente alrededor de las labores de antaño intentando rescatarlas, a la vez que el contacto real en las grandes ciudades. Un círculo de personas tejiendo, tomando mate o compartiendo historias alrededor del fuego. Mucha sabiduría.
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